La Gripe AN1-H1, también denominada gripe A o gripe porcina, ha avanzado a gran velocidad por todo el planeta. Ante este hecho evidente, se hace necesario poner en marcha una serie de estrictas medidas de prevención del virus.
Por este motivo, la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha recomendado tener en cuenta ciertas medidas para evitar el contagio de esta enfermedad, mitigando su expansión.
Para evitar el contagio, la OMS recomienda no llevarse las manos a la cara, ojos nariz y boca, y lavase las manos al menos diez veces al día con jabón durante un tiempo no inferior a medio minuto. El uso de alcohol en gel es muy cómodo cuando no se dispone de agua y jabón a mano.
Cuando una persona tose o estornuda, el virus puede quedar en las superficies listas, siempre y cuando haya humedad. Ya que no se puede esterilizar el ambiente se recomienda extremar la higiene de las manos.
Así, se recomienda que al toser o estornudar, se utilicen pañuelos de papel de un solo uso y en caso de no contar con ellos, hacerlo sobre la manga o no poner la palma de la mano delante de la boca, sino la parte contraria y siempre la que menos se utiliza, la izquierda para los diestros y la derecha para los zurdos, para evitar contagios al darse la mano o tocar a otras personas.
El caldo de cultivo más importante para que el virus sobreviva es la humedad. La mucosa de la nariz, boca y ojos son las puertas de entrada de la enfermedad.
El periodo de incubación es de una media de 5 a 7 días, y los síntomas aparecen casi de inmediato. Según la experiencia, y siempre dentro de las primeras 72 horas, la toma de antivirales da resultados muy positivos, la mejoría es del cien por cien, pero siempre bajo vigilancia y consejo médico.
El virus de la gripe A por si mismo no es letal, lo que ocasiona la muerte es la complicación de la enfermedades ya contraídas. Toda la población es susceptible al contagio. Lo que ayuda, según las autoridades sanitarias, es la higiene dentro de hogar, oficinas, utensilios y evitar dentro de lo posible los lugares públicos donde se concentre mucha gente y locales hosteleros de dudosa higiene, donde un vaso limpiado solo con agua pueda producir un contagio seguro. No estaría de más pensar en llevar nuestro propio recipiente.
El uso de mascarilla es contraproducente si la persona está sana, ya que los virus por su tamaño lo atraviesan como si éste no existiera y al usar esta, se crea en la zona de la nariz y boca un microclima húmedo propicio para su desarrollo.
Una vez sanado de esta enfermedad el paciente queda inmune, pero quienes hayan estado en contacto con el enfermo pueden ser portadores.
Tomar antivirales antes de tiempo o vacunarse de la gripe estacional no libera del riesgo de poder contagiarse, ya que la vacuna contra este virus aún no está disponible. En el caso de estar convaleciente de otra enfermedad conviene extremar las precauciones ya que el organismo estará bajo de defensas.
El hecho de tomar vitamina C no prevendrá del contagio, pero sí puede ayudar a mitigar su ataque.
De cualquiera de las maneras, tanto o más importante que las medidas preventivas, es el ser conscientes de que no es una enfermedad grave para la población sana, ni mucho menos mortal en sí misma. Aunque estoy completamente convencido de que este otoño invierno contaremos los casos de contagio de Gripe AN1-H1 por millones en todo el mundo, debemos dejarnos de histerismos y no darle más importancia que a las epidemias de gripe estacional a las que estamos acostumbrados todos los inviernos.
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