Como manda la ancestral tradición, un año más, se celebra en multitud de lugares la enraizada romería de San Blas. En Bilbao, más concretamente en la zona del Arenal, mucha es la gente que acude a los puestos de cordones y rosquillas con la intención de, tras adquirirlos, llevarlas a la iglesia de San Nicolás a bendecirlos. Existe una vieja costumbre de llevar al cuello durante nueve días el cordón bendito antes de quemarlo para que el santo nos proteja de los males de garganta. La arraigada costumbre, que en sus orígenes era seguida por los fieles, reune a multitudes tanto de creyentes como de escépticos seguidores de una tradición ancestral. Igualmente es muy común pasar por la confitería Santiaguito para comprar caramelos de malvavisco elaborados con la más vieja y secreta formula de los famosos caramelos balsámicos, que bendecidos o no, arreglan la garganta debido a las propiedades antitusivas de la raíz.
La más importante de las romerías de San Blas es la que se celebra en Abadiño, Bizkaia, donde los agricultores y ganaderos de la zona se reunen para presentar sus productos: queso, miel, pastel vasco, producos de la matanza, txakoli, verduras, paté... y lo más importante, las idi probak o pruebas de bueyes, donde estos animales, en parejas, arrastran unas colosales piedras donde el espacio recorrido y el tiempo invertido es lo que les hará ganadores frente al resto de parejas de bueyes.
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