viernes, 30 de noviembre de 2012

FRACKING. ¿Qué es y qué consecuencias puede tener?

 El “fracking” o fracturación hidráulica para la extracción de gas no convencional, es una técnica utilizada para la extracción de gas natural mediante la fracturación de rocas, normalmente pizarra, a grandes profundidades, alrededor de cinco kilómetros, creando larguísimas galerías subterráneas por donde se introduce a gran presión una mezcla de agua, arena y substancias químicas altamente contaminantes. La presión que la mezcla ejerce sobre las rocas, hace que estas se rompan liberando pequeñas burbujas de gas que se hayan alojadas en su interior o adheridas en sus paredes. Con el siguiente esquema, podrás informarte sobre el proceso de extracción.


Hasta aquí, si no fuera por el desastre paisajístico que genera la presencia de las torres de extracción, el mal uso de un bien tan preciado (y limitado) como es el agua y el altísimo poder contaminante de muchos de los productos químicos utilizados, hasta se podría pensar en el posible beneficio de la no dependencia energética de otros países. Aunque, como no, las empresas que poseen la patente son norteamericanas.
Ahora bien, el inconveniente radica en que no se han tenido en cuenta los efectos medioambientales que pueden acarrear este tipo de explotaciones. Esta forma de extracción de gas se está utilizando en EEUU desde hace ya muchos años, donde se han confirmado una serie de complicaciones asociadas, siendo las más importantes, la contaminación del aire y de las aguas, tanto superficiales como subterráneas, la contaminación de las tierras al cerrar los pozos, mayor riesgo sísmico y lo más importante, la posibilidad de graves enfermedades en animales y humanos al tratarse de productos químicos cancerígenos y mutagénicos. Según un informe de la Comisión Europea, “los productos de fracturación contienen sustancias peligrosas y su reflujo contiene además metales pesados y materiales radioactivos, como el uranio, torio y radio procedentes del depósito”. Como recuerda el Dr. José Ignacio Santidrián, cirujano oncológico del Hospital de Cruces, uno de los elementos radioactivos liberados es el Radón-222, un gas radioactivo que tarda entre tres y cinco días en desintegrarse, con lo que puede que nos llegue hasta nuestras casas mezclado con el gas de consumo. El Radón-222 es la segunda causa declarada de cáncer de pulmón.

Te invito a que veas este vídeo, de algo más de veinte minutos, para que estés informada o informado de que es el fracking y sus posibles consecuencias. A mi me ha aclarado muchas dudas.

 
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